sábado, 25 de agosto de 2007

INHIBICIÓN TRANSMARGINAL

Laura Knight-Jadczyk y
Cassiopedia.com
Signs Of The Times
Quantum Future

La inhibición transmarginal, o ITM, es la respuesta de un organismo a un estímulo sobrecogedor. Irónicamente, el acrónimo popular (TMI en inglés) también significa demasiada información, lo cual puede ser un factor de inhibición transmarginal en la cultura de hoy.

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Investigación

Ivan Pavlov enumeró los detalles de la ITM en su trabajo de condicionamiento de animales a través de varios estímulos, incluyendo el dolor. (No es verdad que en todo el trabajo de Pavlov se empleó respuestas inducidas por el dolor como frecuentemente se reporta.)

Pavlov descubrió que el nivel de tolerancia de un organismo a diferentes estímulos dependía significativamente de las diferencias fundamentales en el temperamento. Comentó “que la diferencia más básica heredada entre las personas era cuan pronto alcanzaban este punto de colapso y que la rapidez con que se llega a este colapso tiene asociado un tipo fundamentalmente diferente de sistema nervioso.” [1] Esto lo llevó a poner una atención creciente a la necesidad de clasificar los sujetos de acuerdo a su constitución heredada antes de aplicar el condicionamiento experimental. No solo los perros respondieron diferentemente al condicionamiento de acuerdo a su temperamento, cuando un perro colapsa bajo estrés, su tratamiento depende de su tipo constitucional. Por ejemplo, Pavlov confirmó que los sedantes fueron muy útiles en restituir la estabilidad en los nervios de un perro que había colapsado, pero que un tipo requería de 5 a 8 veces más medicación que el requerido por otro tipo incluso si el peso del cuerpo era exactamente el mismo.

Los Cuatro Temperamentos

Basado en la evidencia empírica acumulada a través de treinta años de investigación, Pavlov estaba convencido de la idea de los cuatro temperamentos básicos. Notó que éstos eran aproximadamente cercanos a aquellos diferenciados por Hipócrates en el hombre. Aunque en los perros de Pavlov aparecen varias mezclas de estos patrones temperamentales, estos podrían ser distinguidos como tales en vez de crear nuevas categorías.

El primer tipo corresponde al “colérico” de Hipócrates, el cual Pavlov llamó “fuertemente excitable”(strong excitatory). El segundo tipo: “sanguíneo” el cual Pavlov llamó “animado”(lively), aplica a perros de un temperamento más balanceado. La respuesta normal al estrés impuesto o situaciones de conflicto por estos dos tipos fue excitación incrementada y comportamiento más agresivo, pero allí es donde la similitud termina. El “fuertemente excitable”, o colérico, se tornaría tan salvaje como para llegar a estar completamente fuera de control en tanto que el tipo “sanguíneo” continuó comportándose con reacciones útiles y controladas.

El tipo flemático, Pavlov lo llamó “calmo, imperturbable”(calm, imperturbable) y al melancólico lo llamó “débilmente inhibitorio”(weak inhibitory). En estos dos tipos, el estrés impuesto y las situaciones de conflicto fueron enfrentadas con más pasividad o “inhibición” más que con agresión. El tipo “débilmente inhibido” o melancólico posee una tendencia constitucional a enfrentar ansiedades o conflictos con pasividad o anulando la tensión. Cualquier estrés experimental fuerte impuesto a los sistemas nerviosos de tales perros resultó en un estado de inhibición cerebral y “parálisis de miedo.”

Pavlov encontró que los otros tres tipos, cuando se enfrentaron a más estrés del que podía ser asimilado por los medios usuales, podrían entrar también eventualmente en un estado de inhibición cerebral similar a ese estado al que el tipo melancólico/débilmente inhibitorio alcanza rápidamente. Él consideró esto como un mecanismo protector normalmente empleado por el cerebro como última instancia cuando es presionado más allá de la resistencia. El tipo “débil inhibitorio” fue una excepción a los otros tres tipos: este tipo de perro entró en un estado de inhibición cerebral protectora más rápidamente y en respuesta al estrés más ligero. El hallazgo importante fue, por supuesto, que las cuatro naturalezas básicas responden de forma diferente antes, durante y después a diferentes niveles de stress, siendo el dato más relevante que el tipo débilmente inhibitorio fue particularmente susceptible.

Con respecto al tipo débil inhibitorio, Pavlov observó que aunque el temperamento básico es heredado, cada perro ha sido condicionado desde su nacimiento por diversas influencias ambientales, las cuales producen patrones inhibitorios de comportamiento de largo plazo bajo ciertos tipos de estrés. Sin embargo, el patrón de comportamiento final de cualquier perro dado dependerá tanto de su propia constitución así como de los modelos específicos de comportamiento previamente inducidos por estrés ambiental.[2]

La Respuesta Ultralímite

Por último, cuando Pavlov estaba experimentando aplicando sus descubrimientos de perros a la psicología humana, notó cuidadosamente lo que sucedía cuando el sistema superior nervioso de un perro se forzaba más allá del límite de la respuesta normal, y comparó estos estados con reportes clínicos de varios tipos de colapsos en seres humanos. Encontró que el estrés más severo y prolongado se podría aplicar a perros del tipo “animado” o “calmo imperturbable” sin causar un colapso, que a aquellos del tipo “fuertemente excitado” y “débilmente inhibido.”

Pavlov estaba convencido que esta respuesta ultralímite que el llamó Inhibición Transmarginal, era un mecanismo protector del cerebro. Cuando ocurría, significaba que el cerebro no tenía otro medio de evitar el daño psíquico debido a la fatiga y estrés nervioso. Encontró que podría determinar el grado de inhibición protector en cualquier perro en cualquier momento usando su protocolo de reflejo condicionado de la glándula salival. Incluso si el perro parecía normal bajo examen visual, la cantidad de saliva secretada podría decirle lo que estaba sucediendo en el cerebro del perro, por ej. si la respuesta inhibitoria se estaba iniciando y a que etapa se había desarrollado.

La Inundación y Lavado de Cerebro

Aparentemente, un evento accidental condujo a Pavlov a algunos de los más avanzados experimentos en ITM inducida. En 1924, hubo una inundación en Leningrado. Pavlov había condicionado un grupo entero de perros antes de esta inundación, durante la cual ellos estuvieron encerrados en sus jaulas a medida que el agua ascendía firmemente en el laboratorio. Los perros estaban nadando aterrorizados, luchando por mantener sus cabezas sobre el agua cuando, en el último posible momento, el encargado del laboratorio vino, los jaló a través del agua y los sacó de sus jaulas al seguro.

Este evento había evidentemente aterrorizado en extremo a los perros. Algunos de ellos cambiaron de un estado de excitación aguda a una inhibición transmarginal protectora severa. Cuando Pavlov probó a alguno de ellos poco después, encontró que los reflejos condicionados recientemente implantados habían desaparecido en su totalidad. Otros perros que habían enfrentado la terrible experiencia no fueron afectados. Pavlov se dio cuenta que para aquellos perros cuyo condicionamiento había sido borrado por el terror, hubo un mayor grado de actividad inhibitoria que fue capaz de limpiar la pantalla mental. La mayoría de los perros que habían alcanzado esta etapa de “lavado de cerebro” podrían posteriormente tener sus viejos condicionamientos restituidos, pero tomaba meses de trabajo paciente. Ellos habían efectivamente “renacido”. Si Pavlov permitía dejar correr un poco de agua debajo de la puerta del laboratorio, todos los perros eran sensibles y afectados por, la visión; pero de forma particular aquellos perros que el diluvio les había “lavado el cerebro”.

Aunque algunos de los perros habían resistido el colapso total, Pavlov estaba convencido que el estrés apropiado “aplicado apropiadamente”, podría haber inducido el colapso en cada uno de ellos. Al final de su vida Pavlov dijo a un fisiólogo estadounidense que las observaciones echas en esta ocasión lo habían convencido que cada perro tenía su “punto de quiebre”.[3]

Los Cuatro Principales Tipos de Estrés

Entre los hallazgos más importantes de Pavlov estaban lo que le puede suceder al comportamiento condicionado cuando el cerebro de un perro es llevado al punto ultralímite por estrés y conflicto más allá de su habitual capacidad de respuesta. Fue capaz de provocar lo que llamó una “ruptura en la actividad nerviosa superior” inflingiendo cuatro tipos principales de tensiones.

1.

El primer tipo de estrés consistió simplemente en incrementar la intensidad de la señal a la cual el perro estaba inicialmente condicionado. Si esta era gradualmente incrementada, en un cierto punto, cuando era demasiada para su sistema, el perro comenzaría a colapsar.

2.

La segunda forma de alcanzar el evento ultralímite es incrementar el tiempo entre la señal dada y la llegada de la comida. Si un perro estaba condicionado para recibir comida cinco segundos después de la señal de advertencia, y este periodo entonces se prolongaba, se hacían evidentes señales de agitación y comportamiento anormal en los perros menos estables. Pavlov descubrió que los cerebros de los perros se revelaban contra cualquier periodo de espera anormalmente largo mientras estaban sometidos a estrés. El colapso ocurriría cuando el perro tenía que ejercer una inhibición muy fuerte o prolongada. (Los seres humanos también encuentran debilitante la espera prolongada mientras están sometidos a tensión: peor que el acontecimiento que produce la ansiedad.)

3.

La tercera forma de inducir un colapso es confundir a los perros con anomalías en la señal condicionante. Si señales positivas o negativas se dieran una detrás de otras, (si, no, si , no, etc), el perro hambriento entraría en incertidumbre acerca de lo que vendría próximamente y esto interrumpe la estabilidad nerviosa normal. Esto también es cierto en seres humanos.

4.

La cuarta forma de inducir un colapso en un perro es desestabilizar la condición física en alguna forma, sometiéndolo a largos periodos de trabajo, o induciendo desórdenes gastro-intestinales, fiebre, perturbando el balance endocrino, cirugía, etc.

Si, en cualquier caso, los tres primeros métodos fallaran en inducir un colapso en cualquier perro en particular, se podría alcanzar utilizando el mismo estrés que ha fallado, pero haciéndolo solamente después de iniciar el cuarto protocolo: desestabilización física. Pavlov descubrió también que, después de una desestabilización física, un colapso podría ocurrir incluso en perros temperamentalmente estables y también que cualquier nuevo patrón de comportamiento ocurrido después podría volverse un elemento fijo de la personalidad del perro incluso tras una larga recuperación de la experiencia debilitante.

En el perro del tipo débilmente inhibitorio, los nuevos patrones neuróticos implantados bajo tales condiciones podrían con frecuencia ser fácilmente removidos con poco más que pequeñas dosis de sedantes. Pero en los tipos calmo y animado- los cuales frecuentemente necesitan ser quirúrgicamente castrados para debilitarlos lo suficiente para causarles un colapso- Pavlov descubrió que el patrón recientemente implantado era bastante frecuentemente no erradicable después de que el perro recuperaba su salud. Pavlov pensó que esto se debía a la resistencia natural del sistema nervioso en tales tipos de perros. Los nuevos comportamientos fueron difíciles de implantar sin la debilitación temporalmente inducida y subsecuentemente parecieron ser como una parte fuerte de la “naturaleza obstinada” del perro tal como en el viejo modelo.

Como fue observado por Pavlov, la tolerancia a la estimulación varía ampliamente entre individuos. Las personas altamente sensibles pueden ser sobre-estimuladas por el fuerte sonido en un cine o la confusión de fondo en una gran reunión social. Otros individuos encontrarán aquellos mismos estímulos como óptimos, o incluso hipo-estimulantes.

Las Tres Etapas de la ITM

Pavlov estableció que la habilidad de un perro para resistir altas cargas de estrés no solo depende del tipo, sino de su condición física. Una vez que el punto ultralímite se ha alcanzado y la inhibición cerebral es inducida, cosas muy extrañas comienzan a pasar en el cerebro del perro. Estos cambios podrían ser medidos con alguna precisión (por la cantidad de saliva excretada), y, a diferencia de los seres humanos, no fueron alterados por distorsiones subjetivas. Es decir, no había cuestionamientos del perro intentando explicar o racionalizar su comportamiento anormal como lo hacen los humanos. Tres etapas distintas y progresivas de inhibición “ultralímite” fueron descritas por Pavlov.

1) La fase equivalente de la actividad cerebral cortical. En esta fase, todos los estímulos, o cualquier tensión resulta solo en la producción de las mismas cantidades de saliva. En los seres humanos, un fenómeno similar se observa cuando una persona normal está en un estado de extrema fatiga; ellos reportan que hay poca diferencia entre sus reacciones emocionales o experiencias importantes o triviales. Ellos dirían “estoy demasiado cansado para preocuparme.”

2) La fase paradójica. Cuando se aplica tensiones incluso más fuertes (y esto puede ser dolor o cualquier otro estrés del tipo mental, físico o emocional), la fase equivalente pasa a una fase paradójica. En este estado, los estímulos débiles pueden producir una reacción más fuerte que un estímulo fuerte. La razón para esto es que el estímulo fuerte solo incrementa el estado de inhibición protector mientras que el estímulo débil puede producir todavía respuestas positivas. Cuando un ser humano está en esta etapa, su comportamiento se puede invertir en una forma que parezca totalmente irracional a un observador externo.

3) La fase ultra- paradójica. La tercera etapa se da cuando las respuestas positivas condicionadas repentinamente se invierten a respuestas negativas y las negativas a positivas. El perro ( o la persona) puede repentinamente encontrar que le gusta lo que inicialmente detestaba o aborrecer lo que inicialmente le gustaba. En esta etapa, la respuesta del organismo se vuelve opuesta a todo su condicionamiento anterior.

William Sargant realizó investigación adicional de estas fases en su trabajo sobre militares traumatizados por la guerra.

Importancia en la Psicología Humana

Pavlov dog
Las personas son muy similares a los perros de Pavlov.

Este último descubrimiento tiene gran relevancia para el entendimiento de cambios similares en el comportamiento humano. Hacia el final de un largo periodo de algún tipo de debilitación, las personas de carácter muy fuerte se han conocido por hacer un cambio dramático de sus creencias y/o convicciones. Cuando se recuperan, son conocidos por permanecer rectos a sus nuevas creencias por el resto de sus vidas. Hay muchos casos de historias de personas que experimentaron varios tipos de conversión –religiosa, política, etc- durante tiempos de guerra, en prisión o después de haber tenido alguna experiencia terrorífica como un naufragio, un accidente aéreo, etc.

Mucho del comportamiento humano es el resultado de patrones condicionados de respuestas que al comienzo forman parte de la infancia y la niñez. Estos patrones de respuesta a la realidad pueden persistir casi sin cambios, pero en general, el adulto saludable ha aprendido a adaptar sus programas a los cambios en su ambiente. Otras respuestas humanas se deben al estudio y aprendizaje; conducir un carro, por ejemplo. En el comienzo, aprender a conducir y arreglárselas en el tráfico requiere mucha atención. Más adelante, se vuelve automático y el conductor puede maniobrar en el tráfico de la ciudad mientras habla, come o hace cualquier número de otras actividades. “Conducir” se ha convertido en un programa automático. Pero si el conductor entonces viaja al campo donde hay poco tráfico, es capaz de adaptarse al cambio de condiciones y lo hace automáticamente.

Así es como en el cerebro de un organismo se necesita construir estructuras más elaboradas tanto de respuestas condicionadas positivas y negativas – patrones de comportamiento- a las condiciones cambiantes del ambiente. Pavlov mostró que el sistema nervioso de un perro podría desarrollar poderes extraordinarios de discriminación automáticamente. Un perro podría salivar en reacción a un tono de exactamente 500 vibraciones por minuto, no 490 o 510.

Las respuestas negativas condicionadas, tales como rabia o “pelea o huye” son controladas en sociedades civilizadas, aunque ocasionalmente se hace necesario activarlas en respuesta a cambios en el ambiente tales como emergencias de vida o muerte.

Las actitudes emocionales y los patrones de respuesta también están condicionados en lo seres humanos aunque a la mayoría de las personas no les gusta admitir esto. Aprendemos como niños a sentir atracción o repulsión hacia ciertas cosas, personas, eventos etc. Palabras tales como “católico” o “comunista” pueden evocar reacciones emocionales instantáneas que no tienen relación con ningún hecho o dato, pero son simplemente actitudes programadas adquiridas por condicionamiento dentro de la familia o la sociedad.

Uso en Control Mental

El trabajo de Ivan Pavlov fue encontrado muy útil por el régimen totalitario soviético, para alcanzar su política de adoctrinación. Como evidencia de este hecho, se notó que en julio, 1950, una directiva médica fue emitida en Rusia para la re-orientación de toda la medicina hacia las lineas Pavlovianas. [4] La razón para esta directiva aparentemente se debe a los más impresionantes resultados que se obtuvieron aplicando los principios Pavlovianos.

Los trabajos de Pavlov parecen haber influenciado fuertemente las técnicas usadas en Rusia y China para la “obtención de confesiones”, para lavado de cerebro y para inducir conversiones políticas. Esta investigación había, aparentemente, sido llevada a cabo en los E.U, por los servicios secretos quienes tienen un interés personal en el “desacreditar” y marginalizar tal información. La mayor parte de las conclusiones de Pavlov aplicables al control mental se reportan en una serie de conferencias posteriores de Pavlov traducidas por Horsley Gantt, publicadas en Gran Bretaña y en los Estados Unidos en 1941 bajo el título “Reflejos condicionados y Psiquiatría.” [5] El libro del profesor Y.P Frolov acerca de estos experimentos, Pavlov y su escuela [6] ha sido traducido al inglés. Los libros posteriores hacen pocas o ninguna referencia a la mayoría de los hallazgos importantes de Pavlov que siguen la línea de control mental. Joseph Wortis, M.D., en su estudio “Psiquiatría Política” publicado en los E.U, en 1950 [7], hizo un punto de énfasis en la importancia de los experimentos de Pavlov en psiquiatría, pero dio pocos detalles en la última fase de este trabajo que trata con el control mental. Otros libros contienen muchos detalles de los primeros trabajos de Pavlov, pero poco o nada de su último trabajo relevante en control mental y lavado de cerebro.

Pavlov demostró que cuando la Inhibición Transmarginal comienza a afectar a un perro, una condición similar a la histeria se manifestaba en los humanos. Las aplicaciones de estos hallazgos a la psicología humana sugieren que para que una “conversión” sea efectiva, es necesario trabajar en las emociones del sujeto hasta que alcanzen una condición anormal de miedo, rabia o exaltación. Si tal estado se mantiene o se intensifica por alguno de varios medios, el resultado es la histeria. En un estado de histeria, un ser humano es anormalmente sugestionable e influencias en el ambiente pueden causar que una serie de patrones de comportamiento puedan ser remplazados por otros sin ninguna necesidad de adoctrinación persuasiva. En estados de miedo o nerviosismo, seres humanos aceptarán las más amplias e improbables sugestiones.

Implicaciones Sociales

Los medios por los cuales la ITM opera en el individuo es más bien claro; lo que es menos claro es como la histeria afecta a grandes grupos de individuos llegando a la macro-escala. Sin embargo, desde el 11 de Septiembre de 2001, observadores científicos de la sociedad estadounidense apuntan con frecuencia que los eventos de ese día fueron un clásico ejemplo de Inhibición Transmarginal inducida en masas de personas con el fin de condicionarlos a aceptar la destrucción del gobierno democrático de E.U.

Referencias

Frolov, Y.P. (1938). Pavlov and His School. Trans. by C.P. Dutt. Kegan Paul, Trench, Trubner, London.

Babkin, B.P. (1951) Pavlov. A Biography. Gollancz, London.

Asratyan, E.A. (1953) I.P. Pavlov: His Life and Work (English translation) Foreign Languages Publishing House, Moscow.

Boakes, R. A. (1984). From Darwin to behaviourism. Cambridge: Cambridge University Press.

Firkin, B. G.; & Whitworth, J. A. (1987). Dictionary of Medical Eponyms. Parthenon Publishing. ISBN 1-85070-333-7

Pavlov, I. P. (1927). Conditioned Reflexes: An Investigation of the Physiological Activity of the Cerebral Cortex (translated by G. V. Anrep). London: Oxford University Press.

Todes, D. P. (1997). "Pavlov's Physiological Factory," Isis. Vol. 88. The History of Science Society, p. 205-246.

Enlaces externos


Battle for the Mind by William Sargant

Brainwashing: Lecture Notes: Physiological Perspective

THE BATTLE FOR YOUR MIND

PBS article


Nobel Prize website biography of I. P. Pavlov

Institute of Experimental Medicine article on Pavlov


Link to full text of Pavlov's lectures

The Highly Sensitive Person or the HSP

viernes, 3 de agosto de 2007

Los Protocolos de los Patócratas

Laura Knight-Jadczyk
Resumen extraído de "The Protocols of the Pathocrats"

La cuestión de los medios de comunicación es el problema número uno al cual tenemos que enfrentarnos. El conocimiento es poder y aquellos que controlan la información puedan controlar a las masas, es así de simple. Mientras investigábamos el tema de los medios de comunicación, nos encontramos con los “Protocolos de los Sabios de Sión” Como todos saben, esto es una malintencionada broma pesada anti-semítica. Y estamos de acuerdo. Ni por un minuto pensamos que esto representa el judaísmo o cualquier persona judía común. Lo que ha sido un choque para nosotros es darnos cuenta que los Protocolos están siendo implementados casi línea a línea por los miembros de la administración de Bush y por los varios gobiernos que formulan su política exterior. En otras palabras, los Protocolos no son una broma pesada porque sea algo sin sentido, pero más bien son una broma pesada porque fue atribuido a los judíos. El texto del Protocolo número XII es la cuestión a la cual el pueblo de los EEUU debe enfrentarse antes que puedan hacer cualquier otra cosa.

Antes de presentar el texto del Protocolo número XII, primero un poco de antecedentes...

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Los problemas son las mentiras de los medios de comunicación (o individuos) y como éstas se reciben y asimilan por las masas de personas. Esperemos que con algunos extractos del libro de ponerología de Andrew Lobaczewski se transmita la información necesaria para entender estos problemas:

Esquizoidia: La esquizoidia, o psicopatía esquizoide, fue aislada por los mismos famosos creadores de la psiquiatría moderna. Desde el comienzo fue creada como una forma más leve de la misma contaminación hereditaria que es la causa de la susceptibilidad a la esquizofrenia.
Sin embargo, esta última conexión nunca pudo confirmarse ni ser negada con la ayuda de análisis estadísticos, y en aquel entonces no se encontró ningún examen biológico que fuera capaz de resolver el dilema. Por razones prácticas, hablaremos de la esquizoidia sin hacer más referencia a esta relación tradicional.

Los textos nos proveen descripciones de distintas variedades de esta anomalía, cuya existencia puede ser atribuida a los cambios en el factor genético o a diferencias en otras características individuales de una naturaleza no patológica. Esquematicemos pues a las características comunes a las subespecies.

Los portadores de esta anomalía son hipersensibles y desconfiados, pero prestan poca atención a los sentimientos de los demás, tienden a asumir posiciones extremas, y están ansiosos por vengarse ante la menor ofensa.

A veces son excéntricos y extraños.

Su escaso sentido de la situación psicológica y de la realidad los conduce a sobreponer interpretaciones erróneas y peyorativas de las intenciones de los demás.

Se involucran fácilmente en actividades que son ostensiblemente morales, pero las cuales en verdad infligen daños sobre ellos mismos y otros.


Su visión psicológica del mundo, empobrecida, los vuelve típicamente pesimistas en cuando a la naturaleza humana. Con frecuencia encontramos expresiones de las actitudes que les son características en sus afirmaciones y en lo que escriben: "La naturaleza humana es tan mala que el orden en la sociedad sólo se puede mantener a través de un poder fuerte creado por individuos altamente calificados en nombre de alguna idea más elevada." Llamemos a esta frase, la expresión típica de la "declaración esquizoide".

La naturaleza humana tiende efectivamente a ser mala, sobre todo cuando los esquizoides le amargan la vida a la gente.

Cuando se ven enredados en situaciones de grave estrés, sus defectos hacen que colapsen fácilmente. Su capacidad de reflexión se ahoga inmediatamente, y a menudo los esquizoides caen en estados sicóticos reactivos tan similares en apariencia a la esquizofrenia que eso los conduce ser mal diagnosticados.

El factor común de las variedades de esta anomalía es una palidez de emociones y una falta de sentimientos para las realidades psicológicas, un factor esencial en la inteligencia básica. Esto puede ser atribuido a alguna cualidad incompleta del sustrato instintivo, el cual funciona como si hubiese sido creado en arenas movedizas. La baja presión emocional les permite desarrollar un verdadero razonamiento especulativo, que es útil en actividades no humanísticas, pero a causa
de su carácter parcial, tienden a considerarse intelectualmente superiores al "común" de la gente.

La frecuencia cuantitativa de esta anomalía varía entre las razas y naciones. Es baja entre los negros, y la más alta entre los judíos. Las estimaciones de esta frecuencia rondan entre una cantidad insignificante hasta el 3%... Mis observaciones sugieren que esta anomalía es autosómicamente hereditaria.

Una actividad ponerológica esquizoide debería ser evaluada de acuerdo con dos aspectos. A pequeña escala, tales personas ocasionan problemas a sus familias, se convierten en herramientas de intriga en manos de individuos listos e inescrupulosos, y por lo general realizan un mal trabajo al criar generaciones más jóvenes. […] Esta tendencia a ver la realidad humana según el modo doctrinario y simplista que consideran "adecuado" – es decir, "negro o blanco" – transforma a sus
intenciones, por lo general buenas, en malos resultados. Sin embargo, su rol ponerogénico puede adquirir proporciones macrosociales si su actitud hacia la realidad humana y su tendencia a inventar grandes doctrinas son volcadas en un papel y duplicadas en grandes ediciones.

A pesar de sus déficits típicos, y mismo hasta de una declaración esquizoide abierta, sus lectores no se dan cuenta de cómo son realmente las personalidades de los autores. Ignorantes acerca de la
verdadera condición del autor, esos lectores desinformados son llevados a interpretar tales obras de una manera que corresponde a su propia naturaleza. Las mentes de la gente normal tienden hacia una interpretación correctiva gracias a la participación de su propia y más rica visión psicológica del mundo. Al mismo tiempo, muchos otros lectores rechazan en forma crítica tales obras con indignación moral pero sin ser conscientes de la causa específica. […]

Los personajes esquizoides tienen como propósito imponer su propio mundo conceptual al resto de la gente o a grupos sociales, utilizando un egoísmo patológico relativamente controlado y la tenacidad excepcional derivada de su naturaleza persistente.

Por lo tanto son capaces eventualmente de dominar la personalidad de otro individuo, lo que hace que el comportamiento de este último se vuelva desesperadamente ilógico. Pueden también ejercer una influencia similar en el grupo de gente al que se han unido.

Son solitarios psicológicos que comienzan luego a sentirse mejor en alguna organización humana, en donde se vuelven fanáticos de alguna ideología, intolerantes religiosos, materialistas, o adherentes a una ideología con características satánicas. Si sus actividades consisten en el contacto directo a una escala social pequeña, por lo general sus conocidos los consideran como simplemente excéntricos, lo que limita su rol ponerogénico. Sin embargo, si logran esconder su propia personalidad detrás de las palabras que escriben, su influencia puede llegar a envenenar las mentes de una sociedad a gran escala y durante un largo período.

La convicción de que Karl Marx es el mejor ejemplo de este fenómeno es correcta, dado que presenta la figura más conocida de este tipo. Frostig, un psiquiatra de la vieja escuela, incluyó a Engels y a otros dentro de una categoría llamada "los fanáticos esquizoides barbudos." Los escritos famosos atribuidos a los sionistas sabios al comienzo de siglo comienzan con una declaración típicamente esquizoide. El siglo diecinueve, y en especial la segunda mitad, parece haber sido una época de actividad excepcional por parte de individuos esquizoides, a menudo pero no siempre de descendencia judía. Después de todo, debemos recordar que el 97% de los judíos no manifiesta esta anomalía, y que ésta también está presente en todas las naciones europeas, si bien en un grado mucho menor. Lo que heredamos de este período incluye imágenes del mundo, tradiciones científicas, y conceptos legales condimentados con la aprensión esquizoide de la realidad, un ingrediente de muy mala calidad. [...]

A pesar de que los escritos de autores esquizoides contengan la deficiencia ya descrita, o hasta una declaración esquizoide abierta que constituye una advertencia suficiente para los especialistas, el lector promedio los acepta, no como una visión de la realidad envuelta en esta anomalía, sino más bien como una idea que él debería considerar seriamente basándose en sus convicciones y razonamiento. Ese es el primer error.

El modelo de ideas por demás simplificado, desprovisto de color psicológico y basado en datos fácilmente disponibles, tiende a ejercer una influencia intensa que atrae a individuos que no son lo suficientemente críticos, y que a menudo se sienten frustrados como resultado de un ajuste social que empuja hacia abajo, descuidado culturalmente, o caracterizado por algunas deficiencias psicológicas propias. Tales escritos son particularmente atractivos para una sociedad histerizada. Otros que lean dichos escritos se sentirán inmediatamente impulsados a criticar basándose en su sentido común sano, aunque es posible que tampoco puedan distinguir la causa esencial del error: que estos escritos emergen de una mente biológicamente pervertida.

La interpretación social de tales escritos y declaraciones doctrinarias se abre en trifurcaciones principales, que engendran divisibilidad y conflicto. La primera rama es el camino hacia la aversión, que se basa en el rechazo de los contenidos de la obra a causa de motivaciones personales, convicciones que difieren o una repulsión moral. Estas reacciones contienen la interpretación moralista de los fenómenos patológicos.

La segunda y tercera ramificación están relacionadas con dos tipos de apercepción muy diferentes entre aquellas personas que aceptan los contenidos de tales obras: los críticamente correctivos y los patológicos.

La perspectiva críticamente correctiva es adoptada por gente cuyo sentir por la realidad psicológica es normal y quienes tienden a incorporar los elementos más valiosos de la obra. Luego trivializan los errores obvios y completan los elementos faltantes de las deficiencias esquizoides con su propia visión del mundo, más rica. Esto da lugar a una interpretación más razonable, medida, y por ende creativa, pero no puede estar completamente libre de la influencia del error, que con frecuencia viene aducido por encima.

La aceptación patológica, en cuanto a ella, es manifestada por individuos con deficiencias psicológicas propias: distintas formas de perversiones, ya sean heredadas o adquiridas, así como por mucha gente que carga con malformaciones de la personalidad o quien ha sido lastimada por la injusticia social. Eso explica porqué su alcance es mayor que el de la influencia de la acción directa de factores patológicos.

La aceptación patológica de escritos esquizoides o de declaraciones por otra gente pervertida, por lo general brutaliza los conceptos del autor y promueve ideas de medidas de fuerza y revolucionarias.

Desafortunadamente, el paso del tiempo y las experiencias amargas no han podido prevenir estos malentendidos característicos que nacen de la creatividad esquizoide del siglo diecinueve, con la obra de Marx en primera plana, por haber afectado a gente y por haberla privado de su sentido común.

Aunque más no sea por los propósitos del experimento psicológico ya mencionado, buscar obras de K. Mark y diferentes afirmaciones con estos déficits característicos, es una buena práctica para desarrollar la consciencia en cuanto a este factor psicológico. Si mucha gente con distintas visiones del mundo conduce tal estudio, el experimento podrá mostrar cómo una visión clara de la realidad puede ser restaurada, y luego se torna más fácil encontrar un lenguaje común.

La esquizoidia ha ocupado pues un lugar esencial siendo uno de los factores en la génesis del mal que amenazan al mundo contemporáneo. Practicar la psicoterapia en el mundo exigirá por lo tanto que los resultados de ese mal sean eliminados lo más hábilmente posible.

Lobaczewski nos dice que las personas fácilmente tomadas por la propaganda esquizoide son o personas normales que son insuficientemente críticas o que proyectan en su contenido sus propias “interpretaciones”, o que padecen ellos mismos de algún defecto psicológico o caracterológico. Prestemos particular atención a lo que se describe acerca del “mecanismo de conducción” del psicópata esquizoide:
Los personajes esquizoides tienen como propósito imponer su propio mundo conceptual al resto de la gente o a grupos sociales

En otras palabras, tienen la intención de “imponer interpretaciones erróneas y peyorativas en las intenciones y las acciones de otras personas” que los conlleva a su “Declaración Esquizoide” de que los “otros” (un individuo o sociedad) es “tan malo” que ellos (el psicópata esquizoide) y solo ellos tienen el deber de arreglar este error y traer justicia a ese individuo o sociedad. Y esto es, por supuesto, estructurado en el contexto de algún “poder superior”. Y el método que utilizan es increíble de observar. Como Lobaczewski lo describe: "utilizando un egoísmo patológico relativamente controlado y la tenacidad excepcional derivada de su naturaleza persistente. Por lo tanto son capaces eventualmente de dominar la personalidad de otro individuo, lo que hace que el comportamiento de este último se vuelva desesperadamente ilógico. Pueden también ejercer una influencia similar en el grupo de gente al que se han unido."

Una lectura cuidadosa de ciertos boletines en internet podrían dar al estudiante de psicología una rica y amplia gama de ejemplos de esta actividad.

En otras palabras, el Psicópata Esquizoide es un tipo de “intimidador”.

Las intimidaciones de un tipo esquizoide son casi enteramente psicológicas, tomando la forma de triviales criticismos puntillosos y detallistas, constantes hallazgos de faltas, citando su versión de la realidad como “hecho”, mientras omiten cualquier dato real, y logrando persuadir a los oyentes o lectores que solo ellos HAN producido datos cuando, de hecho, no lo han hecho; esto, combinado con un rechazo simultáneo de reconocer, valorar o admitir nada de lo que los demás hacen como ni siquiera remotamente positivo, (ellos son los “expertos”), todo sirve para dominar la personalidad del oyente. Las alegaciones de estar en lo correcto son repetidas, persistentes y tenaces, y solo después de la “justicia”, eventualmente cansan al oyente o lector, especialmente si esto se acompaña de colegas que saltan de tiempo en tiempo con aclamaciones violentas e ilógicas, que hacen al psicópata esquizoide verse mucho más sanos cuando ellos reprenden a sus colegas por tal mal comportamiento. Tal manipulación también incluye fingir el ser una víctima, especialmente cuando son llamados para dar cuentas de sus tonterías o cuando datos reales son demandados.

Los objetivos del esquizoide es el Poder, el Control, la Dominación y la Subyugación. Consiguen sus metas con varios métodos incluyendo la intimidación de otros, tratando de estimular miedo, vergüenza, culpa, humillación, mientras mantienen una constante negación de que esto es lo que están haciendo. Por lo general son asistidos por “aplaudidores”o “Coros Griegos”.

Una táctica favorita del esquizoide es el de poner a las personas en contra de las otras. Los beneficios para el esquizoide es: a) él o ella gana mucho en gratificación (una forma perversa de satisfacción) al promover y provocar argumentos, hostilidad o disputas, y después ver otros involucrarse en una interacción adversaria y en conflictos destructivos, y b) el conflicto generado les asegura que la atención de la gente sea distraída y alejada de la causa del conflicto. Después ellos pueden venir y ser "la voz calmada de la razón",y entonces subvertir la lógica y la razón y las emociones del objetivo.

Los esquizoides son adeptos en distorsionar las percepciones de las personas con el intento de engendrar una vista negativa del blanco en las mentes de otros; esto es logrado a través de minimizaciones, creaciones de dudas y sospechas con distorsiones astutas de hechos menores, y compartiendo preocupaciones falsas, etc. Este envenenamiento de la mente de las personas es difícil de mostrar porque es casi siempre muy sutil. Casi siempre a aquellos que se creyeron lo del esquizoide les lleva tiempo y experiencia el ver sobre la máscara de engaño y entender como y porqué fueron utilizados como peones.

El esquizoide trata siempre de establecer una relación exclusiva con individuos específicos para que ellos (los esquizoides) sean vistos como fuentes de información confiables, esto puede ser logrado al pintar al blanco como irresponsable, inestable, no amoroso, desconfiable, etc..., utilizando distorsión y fabricación de alegadas fallas, violaciones de confianza, etc.

El objetivo es manipular las percepciones de las personas y crear una dependencia para que las personas puedan confiar exclusivamente en el esquizoide y ver al esquizoide como única fuente de información. Cuando han sido expuestos, los esquizoides se aferran a ser víctimas y atraen el enfoque hacia ellos mismos, siendo ésta otra forma de manipular a la gente a través de sus emociones de culpabilidad, simpatía, diciendo lo siento, etc., mientras pintan a su blanco como el villano. Cuando el blanco trata de explicar el juego, son inmediatamente llamados "paranoicos".

Bueno, esta es la técnica “humana” del psicópata esquizoide. Pueden extrapolar un poco y ver que esto es exactamente como los medios de comunicación operan en grande escala. Es un provado y verdadero protocolo para direccionar a seres humanos a la dirección que quieran que vayan, para hacerles pensar lo que quieran que piensen y en fin, para que hagan lo que quieren que ellos hagan.

Con la descripción de cómo esta manipulación mental trabaja, veamos ahora el Protocolo XII donde veremos cómo el proceso descrito se ha implementado en una gran escala social por esquizoides, psicópatas y caracterópatas.
¿Qué papel representa actualmente la prensa? Sirve para encender las pasiones y mantener los egoísmos partidarios. Es vana, injusta, mentirosa, y la mayoría de las personas no comprenden su utilidad. La sellaremos y le pondremos freno, como haremos con las demás obras impresas; ¿de qué nos servirá desembarazarnos de la prensa si fuésemos blanco de las demás publicaciones y de los libros?

Ahora, tome en cuenta que “nosotros” arriba NO se refiere a judíos, se refiere a los psicópatas, esquizoides, esenciales y otros tipos. Como Lobaczewski’s escribió en Ponerología Política:
Tenía que estudiar temas abordando la psicología y la psicopatología con el fin de responder a las preguntas que surgían de nuestras observaciones; el abandono científico en éstas áreas son un obstáculo difícil de superar. Al mismo tiempo, alguien guiado por un conocimiento especial aparentemente desalojó las bibliotecas de cualquier cosa que se podría encontrar con respecto al tema.

Para realmente comprender cómo los psicópatas saben que ellos son diferentes desde prácticamente el nacimiento, que ellos son verdaderamente “un tipo diferente de criatura” a los seres humanos normales, se necesitaría leer el libro de Ponerología. Por el momento, sin embargo, cuando usted lea “nosotros” en este texto, sustitúyelo con “psicópatas” y usted tendrá la comprensión correcta.
Es cierto que los periódicos de los partidos podrían resultar mas perniciosos que las pérdidas de dinero; de ser así, los suprimiremos a raíz de su segunda acometida. nadie habrá de manchar el mito de nuestra infalibilidad gubernamental. para suprimir un periódico, diremos que agita los ánimos sin razón y sin motivo.

Se habrá de notar que, entre los jornales que nos ataquen, habrá muchos creados por nosotros mismos. Estos atacarán exclusivamente los puntos que deseamos modificar.

Sin nuestro visto bueno, nada le será comunicado a la sociedad. Esto último ya se ha logrado. Hoy día, las noticias de todas partes del mundo son recibidas por diversas agencias que las centralizan. Estas agencias son enteramente nuestras y revelan solamente lo que les permitimos publicar.

En la actualidad, hemos sabido apoderarnos del ánimo de las sociedades cristianas de tal modo que, en todas partes, miren los acontecimientos mundiales a través de los prismas que colocamos delante de sus ojos. Ya no hay muros en ningún estado que nos impidan entrar a lo que los cristianos denominan tontamente secretos de estado. ¿Que será cuando seamos los dueños reconocidos del universo en la persona de nuestro rey universal?

Quien quiera ser editor, librero o impresor estará obligado a obtener un diploma que, en caso de su poseedor cometer una falta cualquiera, le será retirado inmediatamente. Con tales medidas, la máquina del pensamiento se convertirá en un medio de formación en las manos de nuestros gobiernos; nuestro mando no les consentirá que las masas divaguen sobre la utilidad del nuevo desarrollo.

¿Quién entre nosotros ignora que los bienes ilusorios llevan directamente a los sueños absurdos? De dichos sueños se han originado las relaciones anárquicas de los hombres entre si y con el poder. Es que el progreso, o mejor dicho, la representación de tal le ha dado pie a ideas de incontables e ilimitadas emancipaciones.

Todos aquellos que llamamos liberales son anarquistas, si no de hecho, por lo menos de pensamiento. Protestando por el mero placer de refunfuñar, persiguen las ilusiones de la libertad y caen en la anarquía.

Volvamos a la prensa. Le impondremos gravámenes como a todo cuanto se imprima. Serán impuestos ascendientes según el número de folios. Las publicaciones de menos de 30 páginas, registradas como folletos, tributarán el doble; se busca asi, por una parte, reducir el número de revistas, que son el peor de los venenos y, por otra, obligar a los escritores a producir libros tan largos y caros que se lean poco. Por el contrario, los que editemos nosotros para el bien común y con la tendencia establecida serán económicos y leídos por todos. Los impuestos acabarán con el vano deseo de escribir, y el miedo a la sanción someterá a los literatos.

Si alguien volviese su pluma contra nosotros, no hallará quien quiera imprimir sus escritos. Antes de consentir a imprimir una obra, el editor o impresor consultará a las autoridades a fin de obtener la autorización necesaria. De este modo, conoceremos de antemano las emboscadas que nos tiendan y contraatacaremos, dando explicaciones con antecedentes sobre el asunto tratado.

La literatura y el periodismo son los medios educativos más importantes. Por eso, nuestro gobierno será el propietario de la mayoría de los periódicos. Así, la influencia perniciosa de la prensa particular quedará neutralizada y obtendremos una autoridad enorme sobre el público. Si autorizamos la publicación de diez periódicos, fundaremos treinta de los nuestros.

Los periódicos que editemos serán, aparentemente, de tendencias y opiniones opuestas. Esto habrá de inducirles confianza a todos y habrá de atraer, sin recelo, a adversarios que caerán en la trampa y se volverán inofensivos.

En primera plana, desplegaremos los órganos de carácter oficial; estos siempre velarán por nuestros intereses y no nos habrán de quitar el sueño. En segundo lugar, colocaremos los oficiosos, cuyo papel será el de atraer a los indiferentes y a los amorfos. En la tercera fila, instalaremos a la presunta oposición: al menos un periódico colaborará con nosotros como el antípoda de nuestras ideas. Nuestros adversarios tomarán a este falso opositor como su aliado y se nos revelaran por él.

Nuestros periódicos serán de todas las tendencias: aristocráticos, republicanos, revolucionarios y hasta anarquistas; esto, por supuesto, mientras dure la constitución. Tendrán, como el Dios indio Visnu, cien manos, cada una de las cuales acelerará la transmutación de la sociedad. Estas manos conducirán la opinión como le convenga a nuestros intereses (un hombre alterado pierde la facultad de razonar y se abandona fácilmente a la sugestión). Los imbéciles que crean seguir la opinión de su partido repetirán la nuestra, o la que nos convenga. Se verán siguiendo el órgano de su partido sin saber que, en realidad, escoltan la bandera que enarbolamos ante sus ojos.

Para dirigir en dicho rumbo nuestro ejército de periodistas, organizaremos esta labor cuidadosamente. Bajo el nombre de oficina central de la prensa estableceremos reuniones literarias en las que nuestros agentes darán, sin que nadie sospeche, la palabra de orden y las normas. Discutiendo y contradiciendo nuestras iniciativas de una manera superficial, sin penetrar el fondo de los asuntos, sostendrán inútiles polémicas con los periódicos oficiales a fin de procurarnos los medios de pronunciarnos más claramente, lo que no es conveniente hacer durante las primeras declaraciones oficiales.

Estos ataques servirán, además, para que nuestros súbditos juzguen garantizada la libertad de palabra. Asi, nuestros agentes tendrán pretextos para afirmar que quienes nos impugnan son unos charlatanes sin argumentación para refutar seriamente nuestros proyectos.

Tales procesos, inadvertidos para la opinión pública pero seguros, nos atraerán ciertamente la atención y la confianza pública. Gracias a ellos, agitaremos o calmaremos los ánimos en cuestiones políticas según sea preciso, convenciendo o suscitando dudas, publicando la verdad o la mentira, confirmando o contradiciendo según el efecto deseado, pero tanteando siempre el terreno que habremos de pisar.

Venceremos a nuestros adversarios porque ellos no dispondrán de órganos que puedan dirigir la opinión hasta las últimas consecuencias, como nosotros. No tendremos ni siquiera necesidad de largas y profundas refutaciones. En caso de necesidad, refutaremos enérgicamente en la prensa oficiosa los globos de ensayo lanzados por nosotros mismos en la tercera categoría de nuestra prensa.


Todos los órganos de la prensa están ligados entre si por el secreto profesional; como los antiguos augures, ninguno de sus integrantes revelará el secreto si no recibe la orden de hacerlo. Ningún periodista osará traicionar este secreto, ya que no será admitido a la profesión quien no tenga en su pasado alguna falta vergonzosa: en caso de deslealtad, esta mancha sera inmediatamente revelada. Mientras que estos estigmas sean conocidos solamente por unos pocos, la aureola del periodista seguirá atrayéndonos la opinión de la mayoría que le sigue con entusiasmo.

Nuestros cálculos se proyectan principalmente sobre las provincias. Es necesario que excitemos en ellas esperanzas y aspiraciones opuestas a aquellas de la capital, que haremos pasar como espontáneas. Claro está que la fuente de la discordia siempre seremos nosotros.

Mientras no disfrutemos del poder absoluto, tendremos necesidad de arrollar las capitales con las opiniones del pueblo provincial, es decir, por la mayoría manejada por nuestros delegados. Es necesario que en las capitales, en el momento crítico, no se discuta el hecho consumado por haber sido ya aceptada por la mayoría provincial.

Note otra vez que el punto es que lo más esquizoide de lo anterior es que era una “doctrina” atribuida a judíos cuando realmente es un documento de psicopatía y denota el pensamiento de tales caracterópatas de cada raza, creencia, color, nacionalidad o religión, en cualquier época o lugar. Y que el problema es que, ahora, hay tales individuos en posiciones de poder como en los EEUU.

Los Estados Unidos es simple y sencillamente una Patocracia. Ha sido tomada por individuos con déficits psicológicos claramente delineados, y han llegado a posiciones de poder porque el conocimiento psicológico de las masas es deficiente.

Diccionario de Supervivencia: Psicópata

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